Carnaval


Nos disfrazamos día a día, pero sólo lo admitimos abiertamente en febrero. Donde la complicidad con los demás, aunque desconocidos, hace posible ese reconocimiento mutuo de guasa ante las imposturas y ropajes.

Quizás en mi rutina de cambios continuos, pelo largo, rapado, corto, barba, perilla, rasurado, trajeado, tuneado, hippie, casual ¿? hace que me reconozca siempre disfrazado, donde la esencia de mi persona es otra cosa. Cual Mortadelo encarnado. Manteniendo perenne el espíritu saludable del Carnaval, que se ríe de uno mismo y de los arquetipos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

definitivamente estamos en momentos diferentes, yo hace tiempo que me quité la máscara y eso hace me tenga que enfrentar a otras cosas a veces de dudosa rentabilidad en ciertos aspectos, pero me compensa sin duda. Eso si, estoy aprendiendo a llevar un pequeño antifaz cuando me pongo frente a frente a algun ganador de carnaval...que genial saber que una va dando pasos hacia misma!! besos

Ál dijo...

Está claro que la letra impresa deja de ser de uno cuando la publica, y las interpretaciones y lo que se proyecta sobre ellas es más del que lee, que del que escribió.
:-)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...