MaZ's



Quizás heredé de madre y ella de abuela la capacidad de insuflar vida en un trocino de tierra, bueno al menos de no matarla y ayudar a que medre.
Pero lo cierto que en mi casa han ido apareciendo macetas y ellas se han ido acomodando haciendo más o menos caso al hortelano. Y sin embargo, en esa misma casa, aún faltan lámparas, cuadros, muebles y alguna puerta. Un lustro desde la inauguración del piso vertical no da para más.
Albahaca, romero, pergil, aloe. geranios, calas,... y ahora estas matas de fresas que están haciendo lo propio.
Se han convertido en mis compañeros de piso, con sus vidas, traen invitados a sus respectivos cuartos, me cuentan sus novedades, sus alegrías florales, sus días de languidez de hojas marchitas y de euforia de tallos nuevos.
Sirva este emotivo homenaje a los pepinos de temporada, la rúcula que se hizo salvaje, los aguacates que hoy hunden sus raíces sin coto en Puebla, a las setas de diferentes variedades que llegaron sin ser invitadas y se fueron a la francesa... y a tantas otras que si me leen no quisiera que se sintieran olvidadas. Éste su seguro servidor, un Juan Sin Tierra, sabrá hacer un cuenco con sus manos para acoger a tanta maravilla verde.



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...