Aún no tengo puñetera idea de lo que será de este espacio al aire. Desubicado, como sábana al sol.
Que la sencillez te guíe
Estos días un zumbido de abeja me ha susurrado insistente que la sencillez debe guiar nuestro camino. Hoy con sorpresa me ha venido a la cabeza cómo elegían antiguamente el trazado de una nueva carretera o vía férrea en zonas de montaña.
No había cálculo sesudo en oficina técnica, ni teodolitos, ni planos acotados con desmontes y terraplenes... simplemente se obligaba a subir a un buey por la loma estaquillando su rastro, así se tenía la curva de mínima pendiente sin más. El camino más cómodo y económico lo proponía la masa gris simple e intuitiva de un animal.
La vida es tan sencilla que se presta a que la compliquemos rápidamente...lo complicado es huir de la tentación de la complejidad.
Es deber nuestro el pararnos, no para reflexiones sesudas con segundas y terceras derivadas, sino para soltar a nuestro buey y seguirlo en su lento y fácil caminar.
Amén.
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El Sicólogo: dicese del estudioso del higo
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