Ciclos caseros

Hace unos años cuando andaba buscando piso me di cuenta que a parte de calidades, luz y orientación mi cabeza buscaba una serie de acercamientos de espacios según un hilo conductor que logré hacer consciente, la ropa y la comida. Que marca la diferencia una comodidad o una disfunción que se repetirá diariamente a lo largo del desarrollo de tu vida en el inmueble.
Ciclo de la comida:

-Dónde hay comercios, supermercados y grandes almacenes.
-Cómo queda el aparcamiento de la entrada o acceso al ascensor.
-La distribución de alacena y frigorífico respecto a los fogones.
-La distancia entre cocina y comedor(¡se puede comer en la cocina?)
-Hay espacio y dónde
para meter los diferentes cubos para la clasificación de la basura.
-Cómo de lejos quedan los contenedores de la basura, ¿hay recogida centralizada de la misma en el edificio?.

Ciclo de la ropa:
-El más importante por lo que de peso supone, distancia de la ropa mojada al tendedero.
-De la ropa seca al lugar de plancha.
-Comodidad y distancia del lugar de plancha a los armarios, especialmente grave el tema de camisas recién planchadas que por el almacenamiento intermedio vuelven a estar arrugadas, si a alguien le ha pasado sabe de ese sentimiento de frustración.
-y lo menos importante es el recorrido de la ropa "sucia" (a menos que tengas un niño la ropa se lava casi limpia) al cajón de, si eres muy organizado, la ropa de color o ropa blanca.

Espero que os sirva no sólo en la búsqueda de un nuevo hogar, sino para replantearos lo que de seguro habéis asumido dentro de vuestra rutina como inmutable. Espero encontréis pequeñas mejoras en estos ciclos que de seguro a lo largo de los años amortizaréis en una mejora sustancial en la calidad de vida ;-).
Dibujos: Ál

la pequeña Ingeniería mecánica I: "Ojo al ojal"


Desde siempre me ha entusiasmado las soluciones que aportan en su sencillez nada más que la solución ideal al problema que pretenden resolver.

Las camisas de chicos el botón que queda remetido por el pantalón es el que sufre mayores tensiones y por ende tiene más posibilidades de desabrocharse de forma accidental, dejando en el mejor de los casos al aire el ombligo.

Si os fijáis ese ojal es diferente al resto de la camisa, sí, el ojal de este primer botón es horizontal. No es una concesión estética, ya que si se lleva como Dios manda éste queda oculto bajo los pantalones. Así es, los ojales verticales sirven para de un tirón se abran todos, ideales para una sesión de streptease, y para guardar a falta de grandes tensiones una perfecta alineación. Pero si se quiere que no ceda ante tirones no hay nada como un ojal horizontal.
¿Solución fácil? :-).

Sólo de ida

Otra vez se veía embarcada en un trasiego de ida y vuelta, esta vez iba en Preferente, un “regalo” de su editor para romper la resistencia que había generado a viajar. Enamorada como estuvo de la sensación de hacer maletas, siempre alimentó la idea del billete sólo de ida. Ahora le hastiaban los viajes con vuelta.

Pero y si: ¡todos sus viajes fueron de ida! nunca volvió al mismo lugar, Sevilla fue otra después de Tailandia, hasta ahora se había visto haciendo un circulo perpetuo y aburrido cuando en realidad subía por una escalera de caracol.

Relato breve presentado al concurso "EL TRÁNSITO, EL VIAJE, EL MOVIMIENTO HACIA UN DESTINO" en menos de 99 palabras.

Foto (Ál): Sevilla desde Triana


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