Volando voy, volando vengo

Se va, se va ... se fue.

Guardo un corazón


No exactamente, sé que lo tengo. Pero olvidé dónde.

Quizás quedó en los pliegues de aquella sábana, compartida y tratada sin consideración.

No, lo guardé en la canal de aquellos pechos, casi lo puedo jurar… creo que lo ahogué en té, de esto estoy seguro.

Tanta mudanza, tantos extravíos... me dedicaré a desembalar cajas y hacer inventarios, balances, qué sé yo, cuentas...

Igual un beso cálido en la nuca me recuerde que nunca se fue, sólo anduvo de farra y entonces tendré un hogar donde ahora tengo una casa.

Foto. Ál

El hijo pródigo


Hace un par de años que se fue. Cuando vine de pasar unos días en Estambul, ya no estaba.
Entre plantas, idas y venidas, no he tenido tiempo de echarlo mucho en falta, pero hoy sé que el hueco que había dejado estaba ahí. Hace un par de semanas compré un yogurt de kéfir, nos hemos respetado y le he estado alimentando con leche fresca y tachán!! aún a simple vista no se distingue pero hace su magia diaria de convertir leche en yogurt o queso. Ayer me tomé mi primer queso fresco casero acompañado de miel e higos, usando el colador como tamiz para colar el suero, no es por casualidad que haya consevado esa bonita forma de teta. Esta cocina de autor no tiene nada que envidiarles a los azkares y ferranes :-).

http://es.wikipedia.org/wiki/K%C3%A9fir
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