Qué flojera, ya podrías luchar si tanto es, perdón, fue ..
Pero tu pérdida ya es tan grande que limpió de ausencias pasadas,
arrastrando con tu adiós otras despedidas.
Y me aferro al menos a no perder el amor propio, tantas veces expropiado.
Me hago liviano e intento alzar el vuelo,
las caídas duelen menos si son en solitario.
...
Me resisto a que tu amor te lo lleves
Me agarro al clavo ardiente que es tu cepillo de dientes en mi lavabo
Sigue ahí y me devuelve que fue real.
Y no un bello sueño de complicidades y besos infinitos.
Lo viví, y ahora toca desvivirlo.
No debo pensar en ti, y menos en nosotros.
Toca retirada y abrazar la almohada de ausencia.
Amargos sueños, tras dulces vivencias.